RÍO CHICAMO

Erase que se era un sábado, marcado en el calendario como 14 de abril de dos mil doce cuando un grupo de senderistas del Club Peñón del Toro nos fuimos pertrechados con mochilas, bastones y demás útiles a la localidad de MACISVENDA, anejo de ABANILLA en la provincia de MURCIA.

Nada más llegar nos recibieron JOSÉ FIDEL (Profesor de Ciencias Naturales, poblato de origen y geólogo de formación académica), guía de la ocasión, junto con BLAS (profesor de Geografía e Historia del Instituto "nosecomosellama" Poeta Julían Andúgar de ABANILLA) que también hizo de guía pues es un gran conocedor de esta zona, acompañados de CARMEN, BENJAMÍN Y ¿LUIS? JESÚS naturales de esta localidad murciana.

Los senderistas de hoy, paso lista: MANOLO GUERRERO, SANTI (mi hijo), MARTA (su hermana), FRANCI, JESÚS PUENTE, DAVID WARNES y sus dos perros, LOURDES NOGUERA, ISA, JOSE LUIS, ANGEL TRIGUERO, SOFÍA PARDO, JESÚS ROS y el escribiente de esta entrada.

Nos pusimos andar... y llegó la primera lección magistral por parte de JOSÉ FIDEL:

La mañana muy nublada y con ganas de dejarse caer con agua pero el día prometía... ya lo creo... y no defraudó por lo menos a mí.

De entrada pasamos junto a un templo budista o algo así y mientras tomaba esta foto...

... mi pariente JOSÉ FIDEL tomaba esta otra.

Ante nosotros la "Palestina Murciana" que bordea al RIO CHICAMO: palmerales, badlands ("tierras malas" de las somos conocedores en Galera, Castillejar,...) tarayales, grandes fallas al aire libre, yesares y "pipings".

En la siguiente foto mi hija MARTA con los oídos puestos en las explicaciones del guía y la mano tocando aquello de lo que hablaban... el tacto también es importante para absorber la lección.

¿Qué son los pipings (léase en castellano fonéticamente como "paipin"? Pues lo puedo resumir como erosiones en forma de túneles, como agujeros de gordos gusanos comepiedras; los había por doquier y mostraban una imagen especial.

No fue para menos las llamadas "tierras malas" en inglés "badlands" donde hasta a las yucas les es difícil sobrevivir.

Y llegamos a los "LOMOS DE LOS ELEFANTES". Paseando por esta arista se me hizo difícil hacer fotos pues la sensación de caerse a mi izquierda (según la foto a la derecha) era muy creíble y el golpe iba a ser "rompehuesos" así que os pongo estas dos imágenes tomadas por JOSÉ FIDEL en la tranquilidad de un apoyo más estable.

Posando y desfiando a la gravedad, de izquierda a derecha según se mira JESÚS PUENTE, ANGEL TRIGUERO, YO, JOSÉ LUIS, JESÚS ROS Y BLAS.

Las paredes mostraban unas impresionante fallas.

Y en la punta: la proa del barco de piedra.

También aprendimos lo que es el "espejo". En la foto la parte central más oscura  lisa. Es ni más menos que el resultado del deslizamiento de una falla, es decir, la parte más adelantada estaba antes del movimiento sobre la que ahora queda más atrasada y con el movimiento del corrimiento queda limada en su parte baja (no sé si lo he explicado bien pero viene a ser algo así lo que comprendí).

Mediada la mañana nos adentramos en EL CAJER para remojarnos las botas y donde nos cayeron algunas gotillas del cielo que a más de uno y de una hizo temer que nos pillara el aguacero en estos estrechos pasadizos; pero afortunadamente sólo fueron eso, cuatro gotas mal contadas.

Os pongo otra foto de JOSÉ FIDEL en la que me pilla haciendo equilibrios sobre las piedras colocadas para no mojarnos demasiados los pies (vaya, pues parece que en esta entradita me voy a lucir bastante, jajajaja)

Para terminar una estampa de yesos de varios colores (azul, gris, amarillos, marrones, rojos, verdes). Una lástima el día nublado pues con sol esta foto hubiera quedado mucho más bonita.

Pasaron muchas más cosas, hubo grandes sorpresas pero no caben todas en este cuento, así que si queréis conocerlas no tenéis más que daros un paseo por este mágico lugar aunque seguramente sin los estupendos e instruidos guias de los que pudimos disfrutar nosotros no será lo mismo, pero será.

Imágenes de la ruta desde varias perspectivas aéreas en Google Earth.

Ehhhh se me olvidaba!!! Cuando vayáis terminad la jornada comiendo un arroz con conejo y ... ¡caracoles! que está para chuparse hasta los dedos de los pies.