miércoles, 25 de mayo de 2011

CUEVA DE CHAUVET

Hoy no toca hablar de mis caminatas, ni mostraros fotografías de las Sierras de mi tierra y alrededores, no, hoy y gracias al libro que está entre mis manos (por cierto que me lo estoy leyendo en formato libro electrónico en mi Ipad, y es una verdadera pasada leer en este "aparatico") que como véis a vuestra izquierda se llama "LA TIERRA DE LAS CUEVAS PINTADAS" obra de JEAN M. AUEL, sexta entrega de la saga LOS HIJOS DE LA TIERRA.

Este libro para mí no es el mejor de toda esta saga, sin duda los primeros fueron los mejores. Nos cuenta la historia de AYLA, mujer prehistórica que primero convivió con los "cabezas chatas" y ahora convive con los "zelandonii" y en el capítulo 28 del mismo describe una cueva llena de pinturas rupestres a la que llaman "LUGAR SAGRADO MÁS ANTIGUO" y me ha impactado la descripción de las pinturas que ve, así que rebuscando en internet veo que hace referencia a la CUEVA DE CHAUVET.

Esta cueva está situada en el Sur de Francia, en el departamento de Ardèche y fue descubierta en el año 1.994 (hace apenas 17 años) por por un trío de espeleólogos: ÉLIETTE BRUNEL-DESCHAMPS, CHRISTIAN HILLAIRE y JEAN-MARIE CHAUVET, de quien tomó el nombre.

Es considerada la cueva más importante y significativa del arte rupestre y se han datado las pinturas con una antiguedad de 30.000 años, ahí es nada!

Os muestro diversas fotografías de su interior y sus pinturas:



























¿Qué os ha parecido? IMPACTANTE, EH?

Desconozco si esta cueva podrá ser visitada (imagino que no) pero gracias a Internet y aunque sea a trozos yo ya la he visitado y los que habéis visto mi entrada también.

Para despedida os copio un trozo del CANTO A LA MADRE que durante el libro nos canta "LA QUE ERA LA PRIMERA ENTRE QUIENES SERVÍAN A LA GRAN MADRE TIERRA" (es la gran chamán o curandera de toda la zona) y va explicando la teoría que nuestros antepasados tenían del nacimiento del mundo:


" Cuando llegó la hora, manaron de Ella las aguas del parto,
devolviendo la verde vida a un mundo seco como el esparto.
Y las lágrimas por su pérdida, profusamente derramadas,
tornáronse arco iris y gotas de rocío, maravillas inusitadas.
La Tierra recobró su verde encanto, pero no sin llanto.
Partió en dos las rocas con un atronador rugido,
y en sus profundidades, en el lugar más escondido,
nuevamente se abrió la honda y gran cicatriz,
y los Hijos de la Tierra surgieron de su matriz.
La Madre sufría, pero más hijos nacían.
Todos los hijos eran distintos, unos terrestres y otros voladores,
unos grandes y otros pequeños, unos reptantes y otros nadadores.
Pero cada forma era perfecta, cada espíritu acabado,
cada uno era un modelo digno de ser copiado.
La Madre era afanosa. La Tierra cada vez más populosa.
Todos, aves, peces y animales, eran su descendencia,
y esta vez la Madre nunca habría de padecer su ausencia.
Cada especie viviría cerca de su lugar originario,
y compartiría con los demás aquel vasto escenario.
Con la Madre permanecerían; de Ella no se alejarían.
Aunque todos eran sus hijos y la colmaban de satisfacción,
consumían la fuerza vital que hacía latir su corazón.
Pero aún le quedaba suficiente para una génesis postrera,
un hijo que supiera y recordara quién la Suma Hacedora era.
Un hijo que la respetaría y a protegerla aprendería.
La Primera Mujer nació ya totalmente desarrollada y viva,
y recibió los dones que necesitaba, esa era su prerrogativa.
La Vida era el Primer Don, y como la Madre naciente,
al despertar del gran valor de la vida era ya consciente.
La Primera en salir de la horma, las demás tendrían su forma.
Vino luego el Don de la Percepción, del aprendizaje,
el deseo de saber, el Don del Discernimiento, un amplio bagaje.
La Primera Mujer llevaba el conocimiento en su interior,
que la ayudaría a vivir y transmitiría a su sucesor.
Sabría la Primera Mujer cómo aprender, cómo crecer.
Con la fuerza vital casi extinta, la Madre se consumía,
transmitir el Espíritu de la Vida, sólo eso pretendía.
A sus hijos confirió la facultad de crear una nueva vida,
y también la Mujer con esa posibilidad fue bendecida.
Pero la Mujer sola se sentía; a nadie tenía.
La Madre recordó la experiencia de su propia soledad,
el amor de su amigo y su caricia llena de inseguridad.
Con la última chispa que le quedaba, el parto empezó,
para compartir la vida con la Mujer, al Primer Hombre creó.
De nuevo alumbraba; otro más alentaba.
A la Mujer y el Hombre había deseado engendrar,
y el mundo entero les obsequió a modo de hogar,
tanto el mar como la tierra, toda su Creación.
Explotar los recursos con prudencia era su obligación.
De su hogar debían hacer uso, sin caer en el abuso.
A los Hijos de la Tierra la Madre concedió
los dones precisos para sobrevivir, y luego decidió
otorgarles la alegría de compartir y el don del placer,
por el cual se honra a la Madre con el goce de yacer.
Los dones aprendidos estarán cuando a la Madre honrarán.
La Madre quedó satisfecha de la pareja que había creado.
Les enseñó a amarse y respetarse en el hogar formado,
y a desear y buscar siempre su mutua compañía,
sin olvidar que el don del placer de la Madre provenía.
Antes de su último estertor, sus hijos conocían ya el amor.
Tras a los hijos su bendición dar, la Madre pudo reposar."
Es curioso que según ellos LA MADRE TIERRA creó primero a la mujer y después al hombre.
Hasta otra amigos/as.
Fuentes: http://www.donsmaps.com/chauvetcave.html
              http://es.wikipedia.org/wiki/Cueva_de_Chauvet

6 comentarios:

  1. Que pasada de fotos, estan perfectas. Gracias por compartirlas con todos nosotros.

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  2. Gracias Sofía, lástima que no sean mías pues eso significaría que habría estado dentro de esta cueva y que me habrían dejado usar el flash, bueno, quizá algún día pueda visitarla, todo puede pasar en esta vida. Salu2.

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  3. Quien sabe, quizá algun día...

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  4. Curioso lo de "Cabezas Chatas" ¿sería porque tocaban en el techo de las cuevas?

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  5. Los cabezas chatas eran los neardentales, llamados así por los cromañones, según estas novelas. La prota Ayla es una mujer cromañona, perdió a toda su tribu en un terremoto y fue recogida y criada por el Clan de los Neardentales; después es acogida por los Zelandoniis que eran cromañones aunque muy alejados de las tierras de donde procedía Ayla.
    Es una saga muy recomendable si te gusta la Prehistoria.
    Salu2 José Fidel.

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  6. Es verdad, el término concuerda con la fisionomía de los Neandertales, cabezas y caras chatas, le echaré un vistazo a esta saga cuando tenga un poco de tiempo.

    Saludos.

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