Miércoles, 10 de agosto.
Desde hace varios meses me había comunicado con JOSÉ FIDEL ROSILLO para quedar durante nuestras vacaciones y compartir alguna caminata, y tras un par de intentos fallidos (las vacaciones también tienen sus obligaciones) este día fue el elegido.
Se unieron a esta ruta FRANCI (de Galera), PEPE (tío de J. Fidel) y DAVID (de Puebla Don Fadrique) y partiendo de PUEBLA DON FADRIQUE por la carretera que lleva a SANTIAGO DE LA ESPADA, a unos 20 minutos de coche dejamos el mismo en un apartadero y comenzamos a caminar vigilados de cerca por el CERRO DEL OSO.
Iniciamos la verdadera ruta justo en el límite de las provincias de Granada y Albacete o lo que es lo mismo, en la imaginaria línea divisoria de las comunidades de Andalucía y Castilla La Mancha.
Siguiendo una senda junto al arroyo proveniente de La FUENTE DEL ORO nos adentramos por la CAÑADA DE LOS ALMAGREROS conocida también por el BARRANCO EL MONTANO y continuamos por el antiguo Camino a Santiago de la Espada.
Se aprecian fantásticas cuevas y albergues naturales al margen derecho del camino. Parece ser que no se han datado existencia de restos prehistóricos en estas cuevas aunque pienso que posiblemente sí que fueron utilizadas por nuestros antepasados, dada su orientación (cara sur de la peña) y con agua cercana.
... Un espectacular BOSQUE DE ARCES...
Según me cuentan es de los pocos que quedan en Andalucía y espero que jamás sea castigado por el gran enemigo: el fuego forestal. Quedo en volver a este lugar durante el otoño, sólo entonces su estampa será formidable.
Dejamos el inicial camino e iniciamos una suave subida entre hermosos pinares que un día fueron de un único dueño: el DUQUE DE ALBA (de ahí el nombre de esta ruta, bautizada este mismo día por José Fidel), hasta llegar a un dornajo donde nos dimos un remojón en sus frescas y cristalinas aguas.
Durante la caminata casi tropezamos con esta piedra y nos mostró su "secreto": tres fósiles, un erizo de mar y dos nummulites (veáse http://es.wikipedia.org/wiki/Nummlites), en recuerdo de la época en que toda esta zona era un lecho marino de poca profundidad.
También me llevé el caluroso abrazo de una encina que me miró de reojo y me fui disparado para ella, y digo caluroso por su enormidad y por la hora que era ya.
Ascendimos otro repecho hasta llegar al paraje llamado COREA, a los pies de la zona noroeste de la SIERRA DE LA GUILLIMONA e impresionados por su espléndido valle se dejaron fotografiar mis compañeros ruteros.
Durante esta parte del trayecto dudamos entre bajar por el valle o atravesar la zona de cabañas turísticas, optamos por la segunda opción a fin de evitar ir saltando vallas las que me dicen son de reciente colocación.
Y para despedida, en la bajada hacia los coches nos topamos con un armatoste de hierro oxidado, parecía un calderín de alguna máquina desconocida, el que debidamente preparado con unos cortes en su base parece que ha hecho la función de comedero para jabalíes, no con la intención de darles de comer sino todo lo contrario: cebándolos en una zona determinada los cazadores los tienen a tiro fijo (gracias Pepe por la acertada explicación del porqué estaba aquí esta bomba).
Evidentemente y como estaba totalmente fuera de lugar y para evitar la contaminación de las aguas que sin duda bajarán por este barranquillo, lo trincamos a la limón y lo bajamos. Estos pequeños actos refuerzan mi idea de que no sólo no hay que ensuciar nuestras Sierras, sino en la medida de lo posible quitar toda la inmundicia que otros andarines y visitantes menos considerados van dejando en la misma.
P.D. Suele ocurrir que hacer una ruta nueva lleva a idear otras por la misma zona en otra época del año e incluso a veces se nos ocurren varias opciones, así que además de la ya expuesta visita en otoño al bosque de arces, espero hacer también la cuerda de la Guillimona en el próximo mes enero en idéntica o parecida compañía.
Gracias a José Fidel, más que primo segundo un fenomenal amigo y compañero serranil, ¡nos vemos en las siguientes!
Preciosa la ruta, con varias sorpresas agradables y otras menos, como la del comedero/cebadero para la caza. Enhorabuena por esta entrada. Un saludo
ResponderEliminarEstupenda entrada Santi, la verdad es que hemos disfrutado del pinar, los paisajes y como no, de la compañía en petit comité. Esta ruta estará preciosa para otoño, cuando comiencen a cambiar los tonos del paisaje y desaparezcan los efectos del seco estio.
ResponderEliminarEn enero, si ha nevado en diciembre, la Guillimona se presentará impresionante, con dolinas y uvalas cubiertas de hielo en pistas circulares y un bonito contraste de colores por efecto de los rayos solares, la vegetación existente y La Sagra de fondo. Si no coincidimos antes, os emplazo para estas fechas para realizar la ruta de la cuerda de Guillimona.
Un abrazo.
Gracias Santi por ilustrarnos con tus comentarios, así queda reflejado ese día de caminata que nos pegamos. Paseo que nos vino muy bien por varios motivos, por contemplar monumentos naturales que habitualmente no vemos, por lo que se aprende (entre todos los comentarios que ibamos haciendo), y por hacer un poco de ejercicio, que no viene nada mal después de las cervecitas fresquitas de nuestra tierra. Como estas experiencias son tan enriquecedoras y saludables quedamos emplazados para las próximas excursiones.
ResponderEliminarSaludos
Gracias a vosotros Oberkland, José Fidel y Jesús David por dejar vuestras impresiones que son las que realmente enriquecen mi pequeño trabajo. Nos vemos en las sierras!
ResponderEliminarBonita excursiòn Amigo Santi...como siempre muy amenas tus descripciones y tus buenas fotos...Y siempre con abrazos. :)
ResponderEliminarLuis, me picaste con los abrazos y si no lo hago sufro el síndrome de abstinencia. Un saludo amigo!
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